La Última Gota de Agus Sobre la Tierra
La Tierra está en PELIGRO y con
el Planeta toda la HUMANIDAD
Estamos en
Código ROJO
.
La Organización de Naciones Unidas, ONU, revela que el planeta se ha calentado a niveles nunca antes vistos en los últimos 2000 años
Y la Comisión Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático dice en su último informe que las señales son alarmantes, irrefutables y la Humanidad está en CÓDIGO ROJO.
Un reporte de National Geographic de hace algún tiempo alertaba que en un tiempo relativamente corto debido a los deshielos polares, miles de ciudades costeras quedarían bajo las aguas del mar, incluyendo New York.
Pero aún hay tiempo de REACCIONAR
Mi cuento es un grito desesperado para llammar la atención sobre el GRAVÍSIMO peligro que amenaza a la tierra y a la humanidad entera.
La Última Gota de Agua
Sobre el Planeta
El cielo sobre toda la tierra estaba limpio, inmaculado, azul
Intensamente azul, casi perversamente azul.
Abajo, sobre todos los confines de la tierra, de pie, millones de hombres y mujeres, débiles y temblorosos, al borde de la muerte, en un supremo esfuerzo se mantenían de pie y miraban fijamente al cielo; ansiosos, casi sin respirar, casi sin moverse, esperando, esperando anhelantes, ver caer del azul celeste, la última gota.
El agua se había extinguido en la tierra, lenta, angustiosa, sostenidamente y sin agua, solo quedaba esperar el momento final; pero antes de ese momento definitivo, la humanidad entera ansiaba ver caer del cielo infinito : la última gota de agua.
Como profetas invisibles, que nadie veía ni escuchaba, numerosos científicos fueron alertando del cambio climático, del calentamiento global de la tierra, del aumento incontrolable del carbono y del trágico e inevitable final del planeta. Pero el egoísmo, la ambición, la vanidad de hombres y mujeres y una suprema irresponsabilidad hacia el futuro, los empujaba frenéticos a seguir contaminando, destruyendo, calentando la atmósfera, asfixiando al planeta.
Al hombre sólo le interesaba el HOY nunca el mañana.
Y llegó lo que tenía que llegar: los ríos y fuentes de agua se secaron, los nevados desaparecieron, el mar se acidifico en extremo, las plantas y los árboles murieron y solo quedo desolación y muerte; y casi al final, unos pocos millones de hombres y mujeres, esparcidos sobre toda la tierra, todos de pie, angustiados, impacientes, temblorosos, miraban al cielo y esperaban.
Parecían millones de caricatos nerviosos, exaltados, famélicos, hambrientos, pero sobre todo sedientos de ver siquiera, una última gota de agua.
No se sabe cómo, pero todos sabían que habría una última gota de agua que caería del cielo: por eso la espera, la angustiosa espera, la espera final que los mantenía débilmente en pie con la mirada hacia arriba, enfocada, concentrada hacia un punto impreciso del cielo que se mostraba despiadadamente limpio y azul.
De pronto, la humanidad entera lanzó al unísono, un !..OH..! y el silencio se hizo total, profundo, absoluto.
La gota de agua empezó a caer
Era una gota de agua purísima, cristalina, transparente, que caía lenta, muy lentamente hacia la tierra. Y cuando finalmente tocó la superficie del planeta, la gota de agua estalló en millones de luces titilantes y multicolores y se produjo el milagro. Los campos empezaron a verdecer, los manantiales a llenarse de aguas cristalinas, los árboles a crecer, los mares a su pureza original y la vida floreció de nuevo en la tierra; plena, ubérrima y feliz. Y todo empezó de nuevo.
La última gota de agua, había sido DIOS.
PC, Luis Quiroz Ravines
infoluisquiroz@gmail.com
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