LA ULTIMA GOTA DE AGUA SOBRE LA TIERRA
El cielo sobre toda la tierra estaba limpio, inmaculado, azul. Intensamente azul, casi perversamente azul. Abajo, sobre todos los confines de la tierra, de pie, millones de hombres y mujeres, débiles y temblorosos, al borde de la muerte, en un supremo esfuerzo se mantenían de pie y miraban fijamente al cielo; ansiosos, casi sin respirar,